Estas cocinas de inspiración rústico-mediterránea reflejan la visión personal de un cliente con una sensibilidad muy definida por los materiales nobles y los acabados tradicionales. Ubicadas en el suroeste de Mallorca, estas tres propuestas comparten una estética cálida y atemporal, marcada por el uso de elementos naturales y una cuidada integración con el entorno.
El mobiliario combina puertas paneladas con celosías de madera que aportan ligereza visual y una ventilación tradicional, evocando las antiguas alacenas de la isla. Las encimeras, de madera maciza de Luisina, refuerzan el carácter acogedor del conjunto, mientras que el revestimiento cerámico en paredes y los suelos de barro natural completan un juego de texturas de gran riqueza visual.
Cada cocina incorpora un fregadero cerámico de la firma Veravent, elegido tanto por su funcionalidad como por su estética sencilla y elegante. Los pomos lacados en blanco aportan un detalle discreto que realza la pureza de líneas del mobiliario y dialoga con los tonos cálidos predominantes.
Con este proyecto hemos tenido la oportunidad de dar forma a una visión muy personal del estilo mediterráneo. Aunque distintas en su distribución y matices, estas cocinas comparten una atmósfera que invita a la calma, el disfrute y la vida doméstica sin prisas. Una reinterpretación contemporánea del estilo mediterráneo más auténtico.